‘De León a Gijón en 342 imágenes’, del que es autor el bañezano Julio Alberto Cendón, colaborador habitual de la revista Maquetren, modelista y aficionado al ferrocarril.
Es un recorrido geográfico y temporal de los 171 kilómetros que separan León de Gijón. De ahí el título del libro, pues estas 342 imágenes corresponden a, al menos, una imagen de cada kilómetro del recorrido de ida y vuelta existente entre la estación leonesa y la desaparecida estación del “Humedal” de Gijón. También es un recorrido en el tiempo porque la fotografía más antigua data del año 1979 y la más reciente corresponde al 2017. Las imágenes se encuentran acompañadas de textos descriptivos que se completan con los pies de fotos, planos y mapas.
Para la obtención de las imágenes a lo largo de 30 años, el autor ha unido su afición ferroviaria con su pasión a la montaña y a la bicicleta de montaña para poder completar la totalidad de la línea, la cual ha recorrido en multitud de ocasiones.
En el recorrido gráfico que nos va mostrando el libro, el 90% de las imágenes son del autor y el 10% restante de ellas han sido cedidas por otros aficionados, se muestran la variedad de paisaje, las obras y el entorno que acompaña a la línea en cualquier estación del año, así como un recorrido por los trenes y material móvil que ha circulado por ella en estos más 30 años.
El libro nos esboza kilómetro a kilómetro esta singular y espectacular línea. Singular no solo por sus paisajes, sino también por las dificultades técnicas y orográficas que dilataron su construcción durante 18 años. La línea, que solo tiene parangón en algunas líneas alpina, comienza a 824m de altitud y después de alcanzar en la divisoria los 1270m ha de descender a 249 m en el puerto, hasta llegar a los 5 metros de altura en Gijón, después de haber atravesado 91 túneles en su recorrido. Además, fue la primera línea férrea en la que se usaron carriles nacionales y la bajada del puerto fue el primer proyecto ferroviario realizado íntegramente por ingenieros españoles.
Julio A. Cendón, además de pertenecer a la recién creada Asociación Ferroviaria Cultural ‘Reino de León’, es miembro de la Plataforma para la preservación del Puerto Ferroviario de Pajares, que reivindica el poner en valor el patrimonio de la línea no solo el material si no también cultural y paisajístico que sirvan de desarrollo a las comarcas que atraviesa. Solicitando la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, como ha ocurrido con líneas de iguales características como el Semmering (Austria) o los Réticos (Suiza)
El libro se presentara en el Museo del ferrocarril de Brañuelas, el día 3 de febrero.